EXPO JUEGOS 2013: periplo por el Gran Santiago (a través de Instagram)

Esta será una entrada un poco anormal para este blog, más habituado a otro tipo de redacción, pero por mi estadía en Santiago, ha resultado una agradable sorpresa el haber podido dar más vida a mi quehacer lúdico.

Este fin de semana (19 y 20 de enero) se realizó el encuentro «Expo Juegos» con todo tipo de juegos de mesa, en el Campus «El Claustro» de la Universidad Mayor. Yo supe de él gracias red_fcampos, pero lamentablemente él no pudo asistir; sí lo hizo Emilio_FK el día sábado. Yo tuve tiempo disponible recién el domingo 20.

No obstante lo anterior, el día sábado en la mañana, Emilio me llamó por teléfono para preguntarme si al final iría al evento, para ver la posibilidad de que nos juntáramos, según habíamos conversado durante la juntada en el Bar Santoro del jueves anterior. Aunque le dije que ese día sería imposible poder asistir, le pedí que me diera alguna referencia para poder poder llegar yo mismo al día siguiente, hasta ahí todo bien.
Sin embargo, a la mañana del domingo, de la larga explicación dada por Emilio, en mi cabezota sólo quedaban estas vagas referencias: estación de metro Universidad Católica, ex-edificio Diego Portales (actual Centro Cultural Gabriela Mistral), barrio Lastarria, casona tipo colonial y U. Mayor.

Con esos vagos antecedentes inicié mi periplo a eso de las 10:30 AM, acompañado de mi hija de tres años; luego de una caminata de unos diez minutos llegamos a la estación de metro Los Leones, para lo que sería el primer viaje en tren subterráneo de ella, hasta ahí todo era emoción.

Luego de bajar cinco estaciones, llegamos a nuestra parada: U. Cátólica. Al salir a la superficie, vi que la Alameda Bdo. O’Higgins estaba totalmente cercada, ya que ese día se corría el Rally Dakar acá en Santiago.

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Mi hija sobre el andén de su primer viaje en metro (estaba algo nerviosa)

 

«Afortunadamente» emergimos del metro por la vereda que yo creía correcta y comenzamos a caminar por las periferias del barrio Lastarria en dirección al Cerro Santa Lucía. Se trata del «casco histórico» de la ciudad, el cual es muy bonito y algo bohemio.

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Un curioso rincón urbano formado por el Centro Cultural Gabriela Mistral y las antiguas edificaciones del barrio

 

Aproveché de tomar algunas fotos, porque el barrio realmente me gusta y mi hija estaba conociendo la capital de su país. Incluso en un puesto dominical, le compré un bonito caleidoscopio artesanal. Estaba emocionadísima.

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Las intrincadas callejas del barrio Lastarria

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Ese día se corría el Rally Dakar aquí en Santiago

 

Todo iba bien hasta que caí en cuenta que donde yo pensaba que era el encuentro, ¡no había nada! Así que llamé a Emilio y me dijo, en síntesis, que andaba totalmente perdido y que la cosa era como a unas 10 cuadras de donde yo me encontraba y en dirección totalmente opuesta. Allí comenzó mi deambular por las calles… No sé si acaso sería porque llevaba como 3 años sin visitar el centro de Santiago, pero el asunto es que me desorienté totalmente, y en lugar de ponerme a caminar hacia el Oriente, como debía, seguí hacia el poniente y sólo caí en cuenta de ello cuando logré llegar a la Alameda y habiendo avanzado varias cuadras, llegué a la estación de Metro Universidad de Chile, a dos estaciones de aquella en que me había bajado. Además la calle ya hervía de gente por el asunto del Dakar. Afortunadamente había llevado el coche paraguas de mi hija por si se cansaba.

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Dando vueltas me encontré con este fresco rincón, sitio de una antigua residencia de curitas del Opus Dei que conocía hace algunos años atrás

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En frente del ascensor del Cerro Santa Lucía comencé a sospechar que me había equivocado de dirección…

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A pesar de andar medio perdido, no dejé de pasar la oportunidad de sacarle una foto a mi hija en uno de mis rincones favoritos de la ciudad: la fuente de Poseidón y Anfitrite

Decidí coger el Metro nuevamente para regresar y una vez de vuelta en la estación correcta, eché a andar hacia el sur por avenida Portugal, como debí hacerlo en un principio. Luego de caminar unas seis largas cuadras (incluidas la de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile y la de la Posta Central, llegué hasta calle Marín sin haber encontrado ningún encuentro ni nada. Bastante contrariado (y extenuado volví a llamar a Emilio a ver si podía echar alguna luz en mi larga marcha, pero no se estableció comunicación), por lo que decidí que ya era tiempo de regresar a casa, con el rabo entre las piernas. En el intertanto mi hija no quiso comprender mis razones y se puso bastante berrinchuda, ella «quería ver los juegos».

Deshaciendo lo andado y bajo un sol agobiador, ya me encontraba casi de vuelta en la Alameda cuando suena el dichoso móvil… Por supuesto que era Emilio devolviendo la llamada perdida. Para resumir, había estado «al lado del sitio»; si sólo hubiese cruzado en calle Marín habría llegado. ¿Qué hacer?, creo que todo jugón de corazón ya conocerá la respuesta. Agarro y echo a correr nuevamente calle abajo por Av. Portugal. Con el calor que hacía la gente debe haber pensado que estaba loco, hasta que por fin (y siendo ya la hora de almuerzo) llegué al dichoso Campus «El Claustro» donde se celebraba la cuestión.

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¡¡¡POR FIN!!!

Por la hora (supongo) había bastante poca gente, pero se notaba que la organización había trabajado con cariño. El sitio era lindísimo, un antiguo convento de la época de la colonia, construcción de dos pisos y un muy bien cuidado patio español. En las aulas que rodeaban el patio estaban los diferentes «stands» de las agrupaciones y similares; vi Warhammer, rol, juegos de cartas (muchos… demasiados para mi gusto) y por supuesto, de tablero, donde centré mi atención.

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Ludoteca disponible en una de las aulas

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Mi hija recibiendo lecciones personalizas sobre cómo jugar al «Coco Schnipp», por parte del personal especializado

Seguramente por la hora que era, la mayoría de los «parroquianos» que habían en ese momento eran, sin querer ofender a nadie, del tipo geek radical, así que estaban todos a lo suyo y prácticamente ignoraban mi presencia (y no es que yo hiciese mucho tampoco para señalar que estaba allí). Luego de mirar en algunas salas, me fui al patio donde unos chicos de «recreación medieval» habían puesto un stand de tiro con arco. Mi hija, que sólo había visto aquella disciplina a través del PlayStation Move, me animó para que lo intentara y previo pago de mil pesos (euro y medio aproximadamente) me acerqué a un «Robin Hood» súper simpático que me dio mis primeras lecciones. Luego de probar unos cinco arcos distintos hasta llegar a uno que seguro era para damas (y con el cual me sentía más cómodo, joder), procedí a realizar mis cuatro tiros. Aunque no logré meter ninguno dentro del 10 ó 9 de la diana, sí logré colocar 2 en el 8 así que me regalaron 2 flechas más… Sólo diré que del resto, todas fueron a dar dentro de la diana y que no maté a nadie.

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El stand de tiro con arco

Bueno, como mi hija (y yo) teníamos que almorzar, decidí que ya deberíamos volver a casa (por supuesto que la elocuente llamada de mi mujer no tuvo nada que ver con aquella decisión).

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De regreso a casa

6 thoughts on “EXPO JUEGOS 2013: periplo por el Gran Santiago (a través de Instagram)

  1. Uffff… que historia, una lastima que no hayas podido probar ningun juego de tablero, me hubieses, lo bueno es que finalmente si encontraste el evento y pudiste ser un arquero mediaval por unos cuantos minutos.

  2. Tremenda travesía para llegar a destino…. yo desde mi casa me preguntaba.. ¿y ya habrá dado con la dirección? pero no me imaginé nunca la media vuelta que te diste, jajajaja…. Para la otra mejor nos juntamos y te voy a dejar…

    Agregar que había todo tipo de juegos, incluso varias demostraciones de juegos de cartas coleccionables, y lo que hace rato no veía, sesiones de rol en pleno desarrollo (que gratos recuerdos), también había una sala con máquinas de videos, ilustradores y muchas mesas de miniaturas, pero lo lamentable es que solo estuve muy pero muy poco rato…

    Oye muy buenas las fotos, especialmente la de tu hija en el metro U de Chile…

    saludos

  3. ¡Al menos pudiste llegar! No te dio tiempo a jugar pero tiraste unas cuantas flechas 🙂 Se ven interesantes algunos juegos de la ludoteca

    • Hola Fran, yo diría que la foto es bastante gráfica sobre lo que es posible encontrar aquí, buscando por aquí y por allá… Por ayer fui a una tienda que me recomendaron y que estaba en medio de una galería llena de sex-shops. Allí me pillé el Space Hulk «Death Angel» y un dildo, jajajaja (lo del dildo es joda, eh).

      Sobre lo de las flechas, más parecía un arquero goblin nocturno más que alto elfo, precisamente.

  4. Pingback: Un Verano lúdico en Santiago del Nuevo Extremo | Tomassini on the Wind Games

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